La Organización Mundial de la Salud (OMS) define que “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Con esta definición se está enviando un mensaje a los profesionales y organizaciones sanitarias, por un lado, y al conjunto de la sociedad por otro. Este enfoque de la salud supuso un avance y un cambio de paradigma en la forma y el fondo de la asistencia sanitaria, pasando de un modelo enfocado a combatir la enfermedad a otro en que se incorpora la prevención y promoción de la salud en un sentido holístico, es decir, incluyendo el bienestar de la persona en su conjunto: físico, mental (y emocional) y social.
El gran destinatario de todo ello es, por tanto, la persona que pasa a ser el verdadero centro sobre el que debe pivotar la asistencia sanitaria.
La utilidad del Coaching en el ámbito de la salud está ampliamente reconocida y se difunde cada vez más entre los profesionales sanitarios por los beneficios que aporta, tanto al propio profesional como a los pacientes a los que presta su asistencia.
En el caso del profesional mejora la interrelación con otros profesionales y contribuye a su propio bienestar personal y profesional.
Para los pacientes, supone una mejora importante por varios motivos:
- Les ayuda a responsabilizarse de su autocuidado.
- Les ayuda a entender y reencuadrar su enfermedad y, con ello, reducir la ansiedad y el sufrimiento.
- Les ayuda a entender que sentirse enfermo no es lo mismo que tener una enfermedad.
- En definitiva, les empodera para resolver o mejorar sus problemas de salud desde una perspectiva positiva para su bienestar físico y emocional.
En el ámbito social y laboral, el Coaching tiene múltiples efectos positivos para la relación entre los equipos de trabajo:
- Incide en la mejora de la comunicación intra e interpersonal.
- Promueve el respeto en las relaciones entre compañeros y líderes.
- Mejora la confianza y cohesión de los equipos
- Ayuda a entender el punto de vista de los demás y a tomar conciencia del de uno mismo.
- Mejora la conciliación de vida personal y profesional.
En definitiva, hace que el trabajo sea mucho más satisfactorio y, porque no, divertido.
En mi experiencia como médico de familia constato a diario los enormes beneficios que el coaching aporta a mis pacientes, en términos de mayor capacidad para responsibilizarse de su autocuidado y para la consecución sostenible de sus propósitos de mejora de su bienestar físico y emocional.